miércoles, 4 de julio de 2012

Amsterdam en bici

Esta entrada será corta, aunque el día de ir en bici a Amsterdam fue bien largo.

Amsterdam está al lado de Utrecht, a sólo 25 mins en tren, así que una de las cosas que tenía claro al venirme aquí de erasmus era que cuando hiciese buen tiempo me iría hacia Amsterdam en la bici.



Y el día al fin llegó. Fui con Gemma y María, las dos chicas españolas con las que fui a Bélgica (aunque cronológicamente esto fue unos días antes de lo de Bélgica).
Tardamos 5 horas en recorrer los aprox. 45 km, aunque la media normal es hacerlo en  3:30hrs, pero nosotras nos lo tomamos con parsimonia, descansando, tomando galletas y litros de agua y disfrutando de un inusual buen día. Aunque íbamos siguiendo el canal, según nos dirigía google maps, al final nos guiamos por nuestro instinto y seguimos las señales, pero no nos perdimos. María era la que tenía la intuición y yo la vista para ver las señales. Gemma era nuestra mula de carga, que iba la pobre con todas las provisiones en esas bolsas rojas de la bici en la foto.


Como en la foto, durante el camino nos encontramos con todo tipo de mansiones con su propio embarcadero y barquita particular. Por lo general, los pueblos eran bastante más modernos de lo que pensaríamos, todo formas rectas y paredes de cristal para que penetre toda la luz. Se nota que en Holanda la crisis no saben lo que es... 
Personalmente, lo que más me impactó fue la visión que tuvimos al poco de salir de Utrecht, siguiendo el canal. Resulta que hay como 300 metros de barcas-casa en el canal, con una carretera especialmente diseñada para acceder a estas casas. "Ohhhhh qué impresión!!" pensaréis irónicamente (xD). Pero el motivo de que llamara tanto la atención es que, ciertamente, estas casas-barco están llenas de los ventanales con cortinas propios del barrio rojo, con su lucecita de neón y con las mismas chicas en paños menores: habíamos encontrado el sitio del putiferio por excelencia. Y nos podéis ni imaginar lo activo que estaba eso a plena luz del día! Sería porque era la hora de la comida y la gente estaba en su descanso de trabajar, pero la calle estaba llena de coches. Y siendo una calle cortada, se sabe que todos y cada uno de los coches estaban ahí no por accidente.... Lo que no nos hizo gracia a nosotras es que algún depravado nos silbó; y no sé a vosotros, pero no me importa que alguien me silbe en la calle, pero  que te silben en la calle de las putas pues ya es otra cosa... 

Finalmente llegamos a Amsterdam, una ciudad donde por muy típico que sean las bicis, yo no recomendaría ciclar por el centro... es un verdadero caos! Y nosotras ya íbamos con el trasero dolorido del recorrido así que nos costaba parar la bici y bajarnos en cada semaforito...  Pero lo logramos, que es lo importante :D
La vuelta a casa lógicamente se hizo en tren, tras tomarnos el zumo fresquito de rigor,  que ya habíamos cumplido. Hubo que pagar un extra por llevar la bici, que dolió, sobretodo sabiendo que podríamos haber vuelto en bici otra vez, pero lo cierto es que nuestras piernas y traseros ya no podían más, todo ello a pesar de haber sido todo el camino lo más llano que os pudierais imaginar.

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