domingo, 22 de julio de 2012

Erasmus en Utrecht: Fin (por ahora)

"El erasmus no es un año de tu vida, si no una vida en un año" (A.P)
He estado intentando obviar esta entrada, puesto que como su propio nombre indica, implica el final de la razón de ser de este blog desde Holanda.

A lo mejor ahora me voy a estar repitiendo, pero de este año no esperaba nada, y en cambio, Utrecht me lo ha dado todo. Hasta ahora nunca hubiese sabido lo que era quedarse prendado de una ciudad de la que se costase tanto despedirse.
Los que habéis estado siguiendo este blog sabéis que me lo he estado pasando pipa desde el inicio de este erasmus, pero es más que sólo pasárselo bien.
Siempre me ha gustado ser independiente, pero nunca había tenido la oportunidad de serlo por completo. Utrecht me ha dado alas en ese sentido; los horarios eran los que me marcaba el ritmo de vida , sin ataduras de ningún tipo.

Hay veces que pienso cuál es el motivo por el que estar aquí me ha hecho ser tan feliz... Es por la ciudad, la gente, el ir en bici en todas partes, el clima, o una mezcla de todo en plan termomix?  Debe ser la mezcla, sin duda. Cierto es que yo fui una de las últimas personas en dejar Utrecht, 3 días más tarde que el resto de la mayoría de la gente, y aunque estuviesen mis padres ahí, se notaba que la ciudad había perdido su encanto para mí. Aún así que aún me encontraba con gente conocida por la calle, el sentimiento de vacío ya estaba ahí. Suerte que aún tuve un par de amigas que se quedaron unos días más y puede pasar tiempo de nostalgia con ellas mientras mis padres estaban reventados en casa.

Si las despedidas del primer semestre creí que fueron duras, las de este semestre no tienen antecedente...     Tras 10 meses de estar con ciertas personas casi todos los días, casi vivir con ellas, pensar que de repente te vas a ver sin ellas y no conoces fecha para volverles a ver: te encoge el corazón. Todo el agua de los canales de Utrecht no sólo viene por la lluvia , si no también por las lágrimas que caen al despedirse de todo esto... es por ello que todo se hizo tan mágico en esta bella pequeña ciudad.
Hay gente que puede ser la mar de feliz haciendo cosas que le encantan, pero en mi caso daba igual lo que hiciese porque lo que contaba era la gente, personas afines a tí y ni aún así, personas tan distintas a tí que se convierten en tu gran apoyo y en mi caso, inspiración.

Pero volviendo a lo que ha significado este erasmus: Es cierto que me he desmadrado en lo que sería yo normalmente. Salir la noche anterior al último Poema teniendo el último exámen al día siguiente? Sólo se me ocurriría a mí para aprovechar al máximo todo y no perderme nada xD
Pero este año ha sido cuestión de ponerlo todo en una balanza. Es cierto que mis prioridades durante el erasmus cambiaron: si hubiese estado para sacar notazas, para eso me hubiese quedado en España, que bien contenta estaba con lo que tenía en Madrid. Pero lo que buscaba eran experiencias nuevas; un poco de adrenalina pal cuerpo. Y desde luego que la encontré. xD

Aún así, he de ser sincera; no sabía lo que me iba a deparar el erasmus. Tras haber pasado una semana en Julio del año pasado en Utrecht para encontrar mi piso, quedé bastante desilusionada por el hecho de que parecía que pasaría bastante tiempo sola y que tendría mucho tiempo libre. Por ello me matriculé de asignaturas extra de la Complu, porque pensé que sería fácil. Pero mira tú por donde, si algo ha pasado  rápido como el viento, ha sido el tiempo. Desde el primer día en Utrecht, los internacionales teníamos un montón de cosas sociales que hacer. Luego conoces a gente poco a poco, amigos de amigos, te invitan a las fiestas, haces amigos en clase, empiezas a quedar con ellos para tomar un café o incluso para cenar después de clase (Sí, el erasmus también me ha dado la "oportunidad" de saber lo que es ir a clase a las 7 de la tarde..) y cuando te quieres dar cuenta ya estás dentro de la burbuja y te sientes tan cómodo como si siempre hubieses conocido a todo el mundo - y entonces es cuando te preguntas cómo has podido vivir tanto tiempo sin ellos. Siempre había un plan al que te podías unir si aún te quedaban fuerzas para ello.  Pero el ritmo de las clases también era bien intenso, y había que llevar al menos 100 páginas leídas para clase antes de comenzar, así que aunque nada más eran 6/8 horas de clase semanales, había que pasar mucho tiempo en la biblio. Pero incluso las sesiones de biblioteca se hicieron divertidas si ibas con alguien. Pero al final del año noté mucho la presión de tener tantas asignaturas a cuestas así que básicamente me tiré tanto tiempo en la biblioteca como de fiesta con los amigos.

Lo que más me ha encantado ha sido la diversidad de gente con la que he congeniado. Cuando te vas, sabes que va a ver mucha gente que no volverás a ver en la vida , pero luego sabes instantáneamente que aunque tus amigos se vayan lejos, la amistad quedará ahí. La vida erasmus se queda atrás, y eso es lo más difícil de llevar ahora mismo, pero no hay más que mirar hacia el futuro y seguir buscando aventuras a diario.
Algunas despedidas fueron bien traumáticas pero luego no hay más que pensar en toda la gente que sabes que tienes allá donde vayas, mis amigos a los que he echado de menos de Madrid (y alrededores de España) y que la vida sigue después de todo. El erasmus ha sido un regalo inesperado, y cuesta mucho desprenderse de él, pero simplemente hay que seguir.

Este ha sido un año loco, no he parado ni por un instante, pero la depresión post-erasmus en mi caso no será por falta de fiestas o diversión; será por haber dejado un mundo en que me he sentido libre, donde los límites son pocos. Para muchos, el erasmus es siempre el mejor año y siempre conservarán sus amistades, pero para mí, éste ha sido eso y mucho más; un punto de inflexión en mi vida, la gran inspiración que ahora impulsa mi visión de futuro.

También ha abierto mi mente hasta límites insospechados. Estando en un país extranjero como es Holanda, un país bien próspero, te das cuenta de que hay vida más allá de la mala situación que pinta en España. Muchos amigos van a estar  haciendo prácticas este verano y pensé ¿qué voy  a hacer yo ahora? Pues con algo que llevaba en la cabeza desde hace tiempo, pero que nunca había podido transformar en realidad por el dinero, al llegarme la beca erasmus tardíamente y traerme una grata sorpresa con la cantidad que era, he decidido hacer un voluntariado. En el norte de la India. Algunos pensaréis que no hace falta irse tan lejos para hacer un voluntariado.... pero lo cierto es que es algo que siempre he querido hacer,  mis mejores amigas de Utrecht tienen sus raíces ahí y me llama muchísima la atención su cultura. Ahora mismo soy jóven, es probablemente el último verano que tenga libre de obligaciones y necesito una locura más en mi vida antes de asentarme definitivamente. Por ello, a finales de Agosto, durante un mes entero, me espera la India; un viaje que haré sola, me ayudará para dejarme a solas con mis pensamientos, ayudar en lo que pueda a los niños huérfanos con los que estaré trabajando y aprender sobre la vida en un mundo desconocido. Este es un pequeño paso para la humanidad, pero un gran paso para mí y mi acercamiento al premio Nobel de la Paz xD

Gracias por haber seguido fieles a este blog y leerme, aunque no haya estado muy activa. El premio os lo debería dar a vosotros por haber estado siempre aquí, y a vosotros que ya sabéis quienes sois, aprecio un montón que os tomarais la molestia en leer a pesar de que me repita mucho.

No sé si continuar escribiendo en este blog o hacer uno nuevo sobre experiencias generales. Os mantendré informados. Si estáis inscritos por email, os lo haré saber.  Y los que hayáis aparecido aquí por simple curiosidad/casualidad; gracias también. Espero al menos haber inspirado algunas mentes y haberos hecho sonreír con algunas de las anécdotas. Gracias por estar ahí. Hasta siempre. Tot ziens!

Fin de un ciclo y comienzo de otro.













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