lunes, 28 de mayo de 2012

El verdadero Queens Night + Day

Estoy escribiendo en un estado de no haber descansado aún desde que la semana pasada comenzó... Queens Day no defraudó en absoluto. A contrario; tanto para la noche anterior en Utrecht como en Amsterdam al día siguiente hizo un sol que no veía desde que me fui de España. Lluvia intermitente durante toda la semana e incluso el día de QueensNight. Pero cuando llegó la hora, los cielos se despejaron y el 30 de Abril 2012 fue el mejor día de lo que llevamos de año, la primera vez que pude tomar el sol y quemarme y estar en la calle sin abrigo. Hasta el tiempo estaba de humor para celebrar el día de la reina.. Como dijo mi compañera de piso: QueensDay es simplemente tan mágico que hasta el tiempo se pone de su parte.

Una cosa es contarlo y otra es vivirlo, y me temo que ni con todas las palabras del diccionario podría describir todo lo vivido estos últimos días. También es verdad que la cantidad de alcohol injerido durante los últimos 5 días seguidos no ha sido normal y supongo que ahora me está pasando factura jaja

Queens Night en Utrecht (29 Abril): Si en la entrada anterior dije que las calles y canales se llenaban de gente, la historia real no es más que lo anterior pero multiplicado por tres. Los preparativos se llevaban viendo durante toda la semana pero ya por la mañana estaba todo listo para arrancar. Las calles cercanas a mi casa, las paralelas al canal, se llenaron de puestecitos a modo de mercadillo donde todo el mundo podía vender sus cosas. Incluso paseando por ahí nos encontramos a un par de amigas catalanas que vendían un trozo de pincho de tortilla y animaban el ambiente al son de "baila bamba" con una guitarra (aunque con razón nadie les compró nada; habían puesto la bandera holandesa al revés en su puestecito!) . Paseamos un rato por ahí e incluso acabamos en el pequeño minúsculo barrio rojo de Utrecht, donde las chicas que "trabajan" ahí también se unieron a la fiebre de vender cosas y estar en la calle.
Después nos unimos a un grupo más grande de amig@s y fuimos de un lado a otro donde tenían los escenarios montados en las dos plazas principales de Utrecht.
Hubo un momento de la noche en que quise volver a casa a por provisiones pero me fue imposible: llegué a medio camino pero tuve que dar la vuelta de la gente que había, que me impedían el paso: nunca había visto tanta gente por metro cuadrado.
Pero al llegar las 2:00 de la mañana se acabó la música y nos quedamos como rebaño sin dueño... Supongo que vino bien porque nos fuimos a casa a dormir un poco, que el día siguiente sería el gran día.
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(Habiendo retomado la redacción de esta entrada a casi finales de Mayo...)
Queens Day en Amsterdam (30 Abril):  La leyenda decía que si cogías un tren más tarde de las 11 de la mañana, era posible que no pudieras subirte a él porque ya estaría lleno de gente que se iba a Amsterdam y nos quedaríamos en tierra. Consecuencia: que a las 8 de la mañana ya estábamos levantados para comenzar el día y coger el tren lo más pronto que pudiéramos. Con un buen desayuno de dos huevos cocidos y tostada (para asegurar no caer desvanecida durante el día), nos dirigimos hacia la estación de Utrecht para comenzar la peripecia. En el camino se podían ver los restos de la fiesta de la noche anterior;  las calles contaban con un olor a cerveza que me revolvía las tripas sólo de pensar que llevaba 12 cervezas en el bolso que en algún momento tendrían que ser abiertas... Otras personas llevaban 3 botellas de vino para ellas solas, así que os podéis imaginar el arsenal que llevábamos cada uno!
Cogimos el tren sin problemas a las 10 de la mañana  - aunque tuvimos que pagar (el listo que me dijo que el transporte era gratis en Queens Day arderá en el infierno xD). Aunque en el viaje hacia ahí nos entró la modorra, según llegamos a Amsterdam los ánimos se alzaron: el naranja inundó las calles de la capital neerlandesa una vez más y la fiesta para nosotros comenzó.
El problema es que como no nos organizamos de antemano, el sitio al que queríamos ir inicialmente se llenó en seguida y ya no dejaban entrar a más gente (a pesar que era al aire libre). Así que decidimos seguir a la oleada naranja del resto de gente. Aunque el problema de ir en un grupo grande es que no es de extrañar perder a la gente en el camino... y como os podéis imaginar, así como en el día de Año Nuevo, los móviles a penas funcionaban del colapso de líneas telefónicas.
Pero a pesar de perder a algunos y de llevar casi una hora y media andando (yo ya iba por la 3ª cerveza después del redbull) acabamos en un puente convertido en plaza peatonal/pista de baile- Rembrandtplein - donde nos quedaríamos casi toda la tarde, con un buen Dj y con barcas llenas de fiesteros navegando por el canal.
Lo que no me hizo tanta gracia fue tener que pagar 1euro para usar un baño, pero hay veces que de estas cosas sólo te puedes arrepentir una vez ya te has quedado a gustito xD

Supongo que así contado suena a una fiesta de empalme/desfase como pudiera ser San Cemento, pero el espíritu de ahí, el hecho de volver a estar con los amigos que hicimos en el primer semestre que ya se habían ido y el buen tiempo (repito: el mejor día de lo que llevábamos de año) hicieron de este día un gran día memorable; a pesar del alcohol, nadie perdió la compostura más que por momentos y nos lo pasamos genuinamente bien.
Claro que no aguantamos ni siquiera a la noche; nos fuimos de Amsterdam sobre las 7 porque 4 días seguidos de fiesta ya nos pesaban bastante... Al día siguiente yo iría una vez más a Poema, aprovechando que nos habían retrasado la clase del día después, pero estaba vacío - se nota que la gente se tomó el día siguiente de día sabático.

Pues bien, aquí acabó el día más esperado del año: dirían algunos que esa semana fue el cénit del erasmus en Utrecht; pero todavía hay mucho por vivir y contar de la experiencia de aquí en próximas entradas.